Aquí le presentamos un plan para descubrir sus objetivos y concretarlos. Tambien sirve para aquellos que ya las tienen definidas pero no saben como concretarlas.
Para comenzar tengo que partir de una pregunta sencilla pero poderosa: ¿Qué es lo que realmente deseo? . No se debe generalizar porque eso confunde y no queda claro el objetivo.
Establecer prioridades: de todos los deseos que pueden surgir determinar los más importantes. Siempre hay uno que nos llega más que otros. De esta manera podemos podemos organizarnos mejor y no confundir nuestros objetivos.
Una vez que tengo determinado que es lo que quiero, ese deseo se transforma en operativo, es decir, en un objetivo concreto.
- Ya tengo mi objetivo. Ahora lo tengo que escribir detalladamente. Sin divagaciones, de manera concreta.
- Pensar positivamente en su realización. Cada uno de nuestros pensamientos se transforma en un acto.
- Este ejercicio que parece insignificante pone en juego una serie de reglas de oro para su realización:
- Activa la creatividad, ya pensar una idea por día y ser una fábrica de ideas no es nada imposible.
- Pensar positivamente en su realización, significa, imaginarse en una posición de objetivo cumplido. Verse con la meta lograda, nos ayuda a familiarizarnos con él y creer que es posible. Esto hará que nuestra confianza y autoestima crezca considerablemente.
- Automatizar su objetivo: todas noches recordarse su objetivo, eso ayuda al proceso de familiarización.
- Preguntarse todos los días qué estoy haciendo para lograr mi objetivo.
- Ahuyente el miedo, su peor enemigo: este es un reultado de una pésima comprensión de la vida, y de la ausencia de autoestima. Porqué hay que tener cuidado con esto?
- El miedo se materializa
- Me lo libero siendo positivo
- Formulando lo más frecuentemente su objetivo
- Representándose en el éxito
- Dar el primer paso
- No esperar pasivamente que las cosas lleguen
- Dar soluciones en donde estemos.


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