Entrenamiento de la memoria

“Vale la pena invertir algo de tiempo en aprender cómo aprender” (Hancock, J. 2001: 14)

Entre nuestros deseos de tener una mejor memoria están un mejor rendimiento escolar, y/o laboral; poder redactar y estudiar de forma más rápida y eficaz, es decir aprendiendo de verdad lo que estamos leyendo, que la información adquiera sentido y utilidad porque podemos memorizar datos y fechas sin saber porqué ni para qué, sólo por una calificación y que después ya no recordaremos. También decimos que si la supiéramos manejar mejor seríamos más imaginativos y creativos, tendríamos mayor confianza en nosotros mismos y en nuestras relaciones con los demás y/o la aprovecharíamos en nuestros deportes o actividades de ocio.

Imagen de un elefante profesor y un chico

Pues bien, te tenemos una buena noticia: LA MEMORIA PUEDE EJERCITARSE. No es necesario que te quejes o sufras por no saber manejar esta capacidad mental. Puedes hacerla una gran consejera y sacarle provecho. Todo es cuestión de atención, orden, y disciplina.

¿Por dónde empezar? Imaginemos que estás en tu habitación y que está muy desordenada, te encuentras en medio de ropa sucia y comida chatarra. Llega un amigo y te pide un libro que te prestó hace tiempo, entre tanto desorden no sabes en dónde lo guardaste. Entonces le pides que regrese otro día y te das cuenta de que es tiempo de ordenar. Así es tu mente, si la tienes descuidada, mal alimentada y desordenada, ella también reaccionará de igual forma cuando le solicites información.

¿Qué tú no te identificas con el caso anterior? Quizá nos fuimos a un caso extremo pero lo que queremos poner en claro es que sólo ordenando nuestra mente y ejercitándola hacia aquellos campos que queremos mejorar, podemos aprovecharla. A lo mejor tenemos magníficos hábitos de limpieza de nuestra casa y/o en nuestro arreglo personal, pero no valoramos así el orden de nuestras ideas y pensamientos. Debemos, entonces, buscar un equilibrio en general de nuestra persona.

Imagen de gorros al aireAsimismo, es la motivación la que nos hace recordar mejor unas cosas que otras, porque como señalamos antes, ponemos mayor atención a aquello que nos interesa y a lo que le podemos sacar mayor beneficio a diferencia de cosas que no nos gustan tanto. Pero, cómo ver esto de otra manera, cómo poder encontrar el sentido de lo que nos toca estudiar o atender. La clave está en la estimulación de nuestros intereses. Pregúntate qué puedes encontrar en la información que recibes o necesitas adquirir que sea de utilidad para ti, cómo la puedes relacionar con otros conocimientos o cosas de tu realidad o que recompensas puedes tener a corto o largo plazo, por ejemplo graduarte, tener un buen trabajo, recordar cosas de otras personas importantes para ti – sus cumpleaños, gustos, anécdotas, etc.- ser más creativo (a) o fomentar tus capacidades en un deporte; hablar en público , escribir o redactar de forma fácil, desarrollar mejores hábitos de estudio y aprendizaje sin que esto exija un desgaste de tiempo y energía, etc.

Pero, ¿Cómo podemos mejorar nuestra atención? Tomando conciencia sobre lo que deseamos recordar, realizando un esfuerzo sobre los datos que queremos guardar en nuestra memoria. También podemos favorecer ésta con juegos mentales. Por ello, no sientas que estás perdiendo el tiempo cuando te entretienes con pasatiempos como juegos de letras, crucigramas, descubrir diferencias, entre otros, porque con ello estás aprendiendo y casi sin darte cuenta ejercitas tu mente. Te sugerimos también practiques más la observación. Cuando des un paseo fíjate en los detalles, en personas y cosas, haciendo un esfuerzo para recordarlas y describirlas.

Imagen de un chico sentado delante de papelesAdemás da un sentido a la información que vayas adquiriendo según tu motivación y creatividad, busca objetivos y fines – como los señalados arriba – no se te olvide dar una buena organización. Recordarás mejor las cosas si eres organizado/a. Recurre por ejemplo a esquemas para clasificar tu información; guardar las cosas en el mismo lugar y a planificar tareas y actividades que tengas pendientes. Si organizas tu tiempo y espacio obtendrás también grandes beneficios pues tu atención se concentrará en lo más importante, en tus estudios o actividades o arreglos de tu persona, e incluso te servirá para saber escuchar a otros porque tú mente como tú vivirá y disfrutará del momento.


Fuente: http://www.discapnet.es

1 comentarios:

José Contreras dijo...

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