Para producir una comunicación eficaz es necesario comunicarse basándose en los siguientes presupuestos.
1º. El significado de la comunicación está dado por la respuesta que
provoca y no por la intención que uno tiene al comunicar.
La meta en este caso es enviar mensajes logrando que el o los receptores respondan a lo que uno quiso decir.
Dado que los seres humanos construimos o representamos la realidad externa que captamos a través de nuestros sentidos y que organizamos e interpretamos según nuestros valores, creencias, criterios y nuestro modo peculiar de procesar esa información, es imprescindible actuar también basándonos en un 2º presupuesto:
"El mapa no es el territorio"
Cada persona tiene su propio modelo del mundo. Es decir, tiene su propio mapa, y su respuesta es a su forma de mapear la realidad y no a la realidad misma. Esta solo provee un estímulo. Por lo tanto es necesario darnos cuenta de la importancia de
"Descubrir cuál es el modelo de mundo del otro"
para comunicarnos con mayor efectividad. Este es el 3º presupuesto.
El 4º presupuesto enuncia:
"Cuanto más rico sea nuestro mapa de la realidad
tendremos más opciones y flexibilidad para comunicarnos"
Afortunadamente, hoy como resultado de las investigaciones en neurocibernética, ciencias cognitiva, comunicación sistémica y Programación Neuro- Lingüística podemos proponer un 5º presupuesto:
"Hay una redundancia entre los procesos internos y
las experiencias de conductas externas"
Es decir, que hay claves específicas observables que permiten descubrir la estructura de la experiencia subjetiva.
La aplicación de todos estos presupuestos en el proceso de comunicación, determina las cualidades básicas de todo buen comunicador, que podemos agrupar en las siguientes capacidades:
1- Agudeza perceptual
2- Flexibilidad de conducta
3- Claridad en el objetivo o meta
4- Congruencia
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